…y del BREXIT AL EUREXIT
Moncho Rouco*
Cameron de la Isla se ha pegado un tiro en el pie y se aleja corriendo, con
el rabo entre las piernas, para que le salven ese pie, que no tiene cura, está
agangrenado de estupidez y avaricia. Ha jugado con su país y el futuro de
millones de jóvenes británicos que no sólo se sienten europeos, son parte
integrante y solidaria de un rango superior ¡EUROPA!, que sus viejos no
entienden, les aterroriza un futuro del que carecen. Apostando de manera
egoísta por un imposible regreso al pasado, más trágico si cabe, por enviar a sus
nietos a un futuro incierto. Asistir al té de las cinco es muy inglés; quedarse
hasta el cierre es una estupidez.
Sobre la acera del 10 de Downig Street, el Primer
Ministro dice que presenta su dimisión, por coherencia con los resultados
obtenidos –debería avergonzarle hablar de coherencia-. Lo que no dice, lo que
se calla de manera miserable, es que se presentó a las últimas elecciones con
la promesa de un referéndum en el que no creía, ante la presión de sus Tories,
sin meditar las tremendas consecuencias que supondría someter a la nación al
estrés de la división en dos bandos enfrentados. La crispación entre generaciones,
enarbolando banderas como propias, como si estuvieran en una calle cualquiera
de un país llamado España, que utilizó la roja y gualda para enfrentarse unos
contra otros. Nunca, hasta ahora, se
había utilizado la Union Jack de manera fratricida. Gran Bretaña soltará
amarras del puerto de Calais y navegará a la deriva por mares llenos de
tiburones financieros, ávidos de venganza, por irse al garete sus ocultas
intenciones de inocular el virus del TTIP en el corazón de Europa.
Una Europa que amaneció en pánico bursátil, hogueras
bancarias y soflamas de míseros políticos poniendo el acento en sus propios
intereses. Para asombro general, el más rápido de la clase fue el presidente en
funciones de Rajoy, que nos habla del voto sensato en el plato, al lado del
alcalde con un vaso en la cabeza. Todos culpan a todos, somos un país de
chirigota. El último en salir que apague la luz y cierre la puerta…por fuera.
El Presidente de la República Francesa François
Hollande, se dirige a los franceses asegurándoles que no le temblará el pulso… y
no continuo porque resulta patético. Un presidente que se pone calzado de drag
queen para aparentar altura de miras, cuando tiene a sus ciudadanos en pie de
guerra, una situación que nos recuerda a aquel Mayo del 68.
Hemos pasado
en poco tiempo de un intento de GREXIT al BREXIT, sólo que en esta ocasión se
trata del 2º mayor contribuyente neto de la UE (12.400 M €). Los grandes responsables
de esta UE de los mercaderes tienen nombre propio y viven en cancillerías
fortificadas. Angela Merkel y su corrupto ministro de Finanzas, Wolfgang
Schaüble. Por otra parte, la Troika: Mario Draghi, Presidente del BCE,
Christine Lagarde, imputada por corrupción en su país, Presidenta del FMI y
Jean Claude Junker, Presidente de la Comisión Europea. Todos ellos mercenarios
a sueldo de oscuros despachos. Tras ellos toda una troupe de presidentes
mediocres y pueblos xenófobos que olvidan su propia historia.
Llegan los tiempos del
EUREXIT, la demolición controlada de la UE como nido de mercaderes, de enviar
al desierto a los buitres carroñeros vestidos de negro, al acecho de primas en
riesgo. Llegan los tiempos de la refundación de aquel ilusionante tratado de Maastricht
que los dirigentes han corrompido. Llega el tiempo del resurgir, cual Ave
Fénix, de los Estados Unidos de Europa.
Publicado el 24 de Junio de 2016 en Nueva Tribuna
Moncho Rouco Arquitecto Técnico |
No hay comentarios:
Publicar un comentario