SALVAR LA TEJITA
Moncho
Rouco*
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El alcalde de Granadilla de Abona, Jaime
González Cejas, anuncia que está previsto que en el mes de enero de 2016 se
conceda una licencia para la construcción de un hotel de lujo en la zona de
Sotavento, junto a la playa de La Tejita… la noticia era publicada en el
periódico El Día, el pasado 29 de diciembre, con todo lujo de detalles, cual
campaña de lanzamiento publicitario por parte de la empresa promotora -existen
concomitancias que deberían sonrojar a más de uno-. La Tejita Luxury Beach Resort, la empresa promotora, informaba diez días antes, en su página web, que
estaban trabajando (todavía) en el
diseño y proyecto del hotel, incluso cifraba en 276 metros el frente de playa.
La coordinación entre la alcaldía y la web es total, un corta y pega de libro
por parte de quien bien suponen.
La historia de la urbanización
Sotavento viene de lejos, a principios de los años 80, cuando se comenzó la
ejecución de un plan parcial, en la que figuraba, además de los complejos
residenciales ya construidos, una parcela hotelera. Entre las especificaciones
no figuraban delimitaciones e incluso se distribuían calles en el interior de
la parcela original. La playa de La Tejita ya figuraba como Espacio Natural
Protegido, abarcando el perímetro de la Montaña Roja, la playa y el entorno de
ambos espacios. La colisión de intereses estaba clara, con delimitaciones
difusas y una Ley de Costas sujeta al vaivén de los caprichos de unos políticos
que modifican la pleamar a su antojo.
Los acontecimientos
se precipitan a una velocidad inusitada. El Cabildo, cómplice necesario, da luz
verde al proyecto de manera vergonzante. Al gobierno canario ni se le espera,
anda Clavijo muy ocupado consolando a su amigo Soria -cuando las barbas de tu
vecino….-. Por último, el Ayuntamiento de Granadilla está forzando los tiempos
a límites legales, ya que sus propios tiempos jurídicos se aproximan. Las
marcas de cal señalan en la parcela los límites de la excavación. Una
retroexcavadora comienza a moverse sinuosamente y las dunas formadas durante
años de arena al viento se alejan, sospechosamente, de las vallas que delimitan
la parcela.
Salvar La Tejita y otras
plataformas sociales han luchado y siguen luchando, incansables, contra este
atropello ecológico. Miles de personas les respaldan, no son cuatro locos que a
todo se oponen, como suelen decir los sectores más conservadores y menos
conservacionistas de la sociedad. Reivindican el mantenimiento de un espacio
natural, la subsistencia de la biodiversidad y el mantenimiento de un
ecosistema único en la isla. Todavía es tiempo cordura, de evitar lo inevitable.
Confiemos que no suceda como en Carboneras, Almería, donde un Algarrobito será
demolido, tras años de lucha social y sentencias judiciales, por invadir
espacios naturales.
Muchos años han
transcurrido desde aquellos lejanos 80 y nunca, NUNCA los diferentes equipos de
gobierno del Ayuntamiento de Granadilla se preocuparon por La Tejita, por un
espacio natural privilegiado, por proteger la biodiversidad, irrepetible en
Tenerife. Es, precisamente, este entorno único el sello de identidad de nuestra
costa, nos conocen por ello y nos visitan para disfrutarlo, la Roja cotiza al
alza. No somos Playa de Las Américas, ni el Puerto de la Cruz, ese mercado no
es el nuestro, nuestros queridos guiris viajan en bici, patean las playas y
surfean las olas, pero sobre todo, la gran mayoría habla canario y son de la
tierra, El Médano es su segunda casa y La Tejita su ruta del Paraíso.
Publicado el 3 de Mayo de 2016 en La Opinión de Tenerife
y El Digital de Tenerife.
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