viernes, 19 de enero de 2018



Arráyate un millo.

Publicado el 15 de octubre de 2016 en La voz de Canarias
Moncho Rouco*

El honor sólo se va a freir chuchangas una vez, podrás perseguirlo después el resto de tu vida que, por mucho geito que le pongas y por más que te encochines, resultará inútil, siempre estará a dos leguas de ti. Eres libre de incumplir la palabra dada pero serás un cachanchán el resto de tu vida, rehén de tus mentiras y de declinar el verbo jamás en presente continuo
Moción de censura en Granadilla
Todo ello viene a cuento de que los socialistas granadilleros andan enroñados y no sin razón, después de comprobar cómo les hicieron la cama. Con el culo a dos manos, sin saber lo que hacer, o dejar de hacer. Les han desmontado el guachinche, sin libro de reclamaciones y sus camaradas sociolistos del gobierno canario, cabildos, pedanías, incluso el farero de San Borondón, han armado una fogalera que te cambas… con maniobras de distracción y caras de totufos a seguir. Lo importante es poder seguir papeando cotufas y chochos en sus despachos. Son muchos los sorullos y más todavía los velillos que no tienen donde caerse muertos y que andan pegando el tranque a la dieta de turno. Estos profesionales de la chupetanga no están dispuestos a romper un pacto, por más firma que lo respalde, pues no se dejarán  quitar la cartera y el coche oficial por una traición que les avale y  así se unen al: hoy por ti, mañana por mí, que estamos entre colegas de profesión y llevamos toda la vida chupando de la teta pública, con la aquiescencia de la “publicada”.

El pacto de gobierno firmado en su día, llevaba impresa la marca “Nicolás Jorge” procurando la salvaguarda del Ayuntamiento de Granadilla, como un punto más del acuerdo y que quedaría libre de las deslealtades de uso corriente entre socios de gobierno, del tipo que sea. Algo se barruntaba ya el edil granadillero, baluarte indiscutible de Doña Patricia en las negociaciones, que quiso atar en corto a los ediles de Coalición Canaria, que pensaban aquello de : A quién le amarga un dulce, más si es Regalado. Por parte del PP local, se le











pusieron los ojos como chernes ante tanto baifo sin amo. Con el desbarajuste de gobierno local, más pendiente de fechas judiciales que de organización diaria del municipio, hecho unos zorros y cada cual corriendo como pollo sin cabeza.

Faltaba un tercero en discordia para formar el tridente y si les digo  Don Arquipo Quintero, ya lo entienden todo. Es capaz de prometer una cosa y la contraria en 24 horas y en radios diferentes. A título personal reservo epítetos, no son el lugar adecuado, ni mi estilo lo avala. Cada cual tendrá hecha su composición de lugar y el espacio que ocupa, en ello lleva la penitencia. A nivel político forma parte de aquellos personajes que, creyéndose el fiel de la balanza, pretenden llevarse -en lugar del SAC-quito que ya tenía y que poca miel daba- otro más, el del desconsolado y algo ingenuo edil, Félix Fernández de IU, que debería haber previsto la jugada y saberse anticipar. A todo ello, sólo les pido una reflexión: ¿Han escuchado hablar de los vecinos y de sus problemas, de los Abrigos, de la pobreza reinante en San Isidro, han oído pasear por el pleno a la política y la ética? Sólo es una lucha de poder, para chupar de la canoa, sin proyecto político. A los granadilleros: ¡Qué nos zurzan, ahora no toca!



            El espectáculo a nivel canario es dantesco, desde la traición a la palabra dada, al: yo de aquí no me voy ni con lija, que fuera hace mucho frio. El presidente del Cabildo, de profesión político a tiempo completo, con más de 20 años bebiendo de lo público,  lucha encarnizadamente por pegarle una patada a los socialistas, al más puro estilo ATI, su pedigrí. Clavijo, ni está ni se le espera, a todos dice que sí y a todos engaña. Es Clavijo y eso marca impronta en la historia de nuestro pueblo. Los socialistas, en delirio federal, frenan la reunión de la mesa, dicen que por las críticas de otros, cuando, en realidad procuran viajar en el mundo del diferido, dejando para otro día lo que puedas evitar hoy. Forman todos y cada uno, lo más ruín de la política canaria. Si a unos le llaman casta, otros, simplemente, la inventaron. Algunos están acostumbrados a untar el beso a mucho machango y más jediondos asomando el jocico para ver que jala.
 
            Fernando Clavijo, Patricia Hernández Gutiérrez, Carlos Alonso, Asier Antoná, Julio Cruz, José Miguel Pérez y, como el último de la fila, por méritos propios, Arquipo Quintero… Háganle un gran favor al pueblo canario, dejen ya de joder con la pelota y recojan sus medallas de hojalata.

Ya se meó el perro en las papas ¡no va más, ya está bien! Esto pasó de castaño oscuro. MÁNDENSE A MUDAR Y ARRÁYENSE UN MILLO.
*Moncho Rouco
Arquitecto Técnico. Escritor


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