O voto do lixo
Moncho Rouco
¿Te llevará la cobardía del imperfecto a escribir cartas
de amor a tu amada Galicia una vez muerto el Doctor Juvenal? No seas
hipócrita, Ariza, y deja de hacer el Florentino. Tu amada precisa que la
liberes de las cadenas feudales que la oprimen. En tiempos de cólera sólo los
patriotas modifican el curso de los ríos atrapados en el pantano de la intriga.
El añorado Gabo dio salida a sus miedos íntimos visitando la privacidad de sus
progenitores al reflejarlos en un relato de amor en tiempo diferido, con la
nostalgia como futuro imperfecto. Disfrutemos de la literatura del genio de
Aracataca, pero no repitamos la Historia.
Galicia transcurre entre avatares que dificultan el
mantenimiento de su línea de flotación por debajo del nivel de cubierta. Somos
espectadores, en primera fila, del rumbo marcado por grumetes en labores de
capitán, que nos llevan al epicentro de la tormenta perfecta, de donde no
seremos capaces más que de girar sobre nosotros mismos, mientras el país se
hunde en las profundidades abisales, en una deriva de regreso al pasado con
efectos catastróficos. Los alquimistas expertos en retorcer las estadísticas
oficiales y cubrir de espejos curvos la sala de los horrores, se han puesto en
acción. Cualquier parecido con la realidad es mera equivocación. No están
dispuestos a retirar la venda de los ojos: en el mundo de los ciegos, el tuerto
miente.
No pretendo apabullar con miles de datos que contradigan
a los trovadores cortesanos. Sería entrar en su juego y enmascarar la verdad
entre un mundo de cifras distorsionadas. Miren a su alrededor y observen la
realidad de su entorno, interioricen al
paisaje y al paisanaje y denle sentido al rictus reinante. Comienzan las
maniobras orquestales del poder establecido mostrando estadísticas de un líder muriendo de éxito en auxilio de
sus paisanos al borde del colapso. Nos venden empleo masivo donde sólo hay
reparto de la miseria. Nos muestran una
demografía en crecimiento cuando nuestra deriva vegetativa nos lleva a un país
de viejos sin reposición. Nos venden sanidad en papel couché cuando debían
sonrojarse ante la privatización de la salud y la socialización de la penuria
sanitaria. El Sovaldi cotiza a la baja en los despachos encausados.
En tiempos de cólera se deben asumir responsabilidades y
dejar para otro momento alternativas pintorescas, por muy coherentes que
parezcan, cuando no suponen más que la atomización de las alternativas reales
al poder establecido. Descartada la alternativa a la alternativa, convendría
aunar esfuerzos para saltar la barrera del 5% de los votos necesarios y evitar
que las voluntades singulares se conviertan en basura extraparlamentaria.
“... Es la vida, más que la muerte, la que no tiene
límites”
Publicado el 11 de Septiembre de 2016 en Nueva Tribuna
*Moncho Rouco Arquitecto Técnico. Escritor y Articulista. |
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