Marco Bruto González Márquez
*Moncho Rouco
La movida de Ferraz. Siniestro Total con Golpes Bajos. |
Nunca han soportado los dirigentes, entre
barones y condesas, la figura de un Secretario General elegido y respaldado por
los afiliados y simpatizantes, el primero en la historia del partido. Fue
usado, en principio, cual marioneta, por Susana Díaz para cerrar la puerta a un
Madina en ascenso al que la condesa de Andalucía vetaba. Aquel muchacho
fotogénico de sonrisa fácil, fue desarrollando un sexto sentido, con más vidas
que un gato. Los históricos socialistas,
los jóvenes trepas y los presidentes autonómicos con equilibrios difíciles, se
fueron agrupando y orquestando una jugada que les sirviera la cabeza de Sánchez
en bandeja. Nunca en la historia del partido socialista se había vivido un
suceso tan indigno y de tal gravedad.
García
Page, Ximo Puig, Tomás Gómez, Micaela Navarro y así hasta 17 dimisiones -siete
de ellos procedentes de Andalucía- Entre intrigas y juego sucio traicionan a
las bases. Faltaba el brazo ejecutor y apareció Marco Bruto González Márquez para
asestar el golpe final a César y cambiar
el rumbo hacia aguas más dóciles para los intereses de aquellos a los que
defienden. No podía ser otro el traidor, la historia le persigue, tiene la pana
manchada de la sangre del César, cuando todavía existen reflejos de cal con
equis difusas. Diluyó el socialismo de marca en una socialdemocracia
descafeinada. Prostituyó los principios de miles de socialistas, ante aquel
engaño de OTAN no, pero si. Suresnes le dio el poder, aupado por Willy Brandt y
los fondos de reptiles, manejados por la CIA.
El PSOE camina de fracaso en fracaso, como
un zombi.
Todavía resuenan
los resultados de Galicia y Euskadi. No han asimilado que ya no representan a
una parte importante de la izquierda. Se niegan a admitir que los 71 diputados
de Podemos, en gran parte, son fruto del goteo de un partido desnortado, fruto
de la pérdida de identidad. Ya nadie se cree las siglas que hace décadas que
dejaron de ser “Obrero”, al tiempo que se abandonaba el socialismo.
“Se ha
pretendido que los militantes no hablen y eso es muy grave”, decía Cesar Luena
en la rueda de prensa en la que anunció como fallido el intento de golpe de
mano institucional del “grupo de los
diecisiete”, en un acto vergonzoso y vergonzante. “Los muertos que vos
matáis gozan de buena salud”, decían los clásicos y cobra vigencia en estos
días de cuchillos largos en los pasillos de Ferraz con una Ejecutiva Federal
del PSOE, fragmentada y al borde del colapso.
Sea cual sea el
resultado final de este golpe encubierto, sólo queda la esperanza, por remota
que sea, de que los socialistas de base recuperen la ilusión y el control de un
partido en manos de viejos dinosaurios, escondidos en consejos de
administración y que representan lo más zafio y soez de aquel socialismo que
llegó a ilusionar a una mayoría social, mediante sombras chinescas. El cisma es
una probabilidad que gana enteros; se han superado líneas que hacen difícil
restañar heridas. Es posible que Pedro Sánchez tenga las horas contadas, es
posible que algunos baroncillos dejen de serlo, al tiempo que a la Condesa le
roban las joyas. Lo que es seguro es que el Partido Socialista Obrero Español
transitará por un extenso desierto sin la protección que da la sombra de la
política como servicio público.
Publicado el 29 de Septiembre del 2016 en Nueva Tribuna.
Publicado el 1 de Octubre del 2016 en El Ideal Gallego
*Moncho Rouco Arquitecto Técnico. Escritor y Articulista. |
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