¿PODREMOS?
En Noviembre del 2008 fui testigo privilegiado del entusiasmo
de los neoyorquinos que habían recuperado su orgullo tras el triunfo de Barak
Hussein Obama, quien un año antes estaba
situado a 30 puntos de distancia de Hillary Clinton para la nominación
presidencial por el partido demócrata. Previamente, toda una parafernalia
propagandística había consolidado el júbilo producido por el primer presidente
negro, con su Política de las Emociones:
“Yes, We Can“ que remitía premeditadamente al histórico “I have a dream” de
Luther King. Aquel sueño, aquella esperanza, entonces sí podría hacerse
realidad con el “cambio” que proponía Obama con el apoyo de líderes mediáticos
del star system, las redes sociales y los nuevos e influyentes bloggers con
quienes desarrolló una inteligente estrategia para ganar su confianza y
respaldo público. Basó su fortaleza organizativa en una política de base con los
activistas autónomos como núcleo; en un activo voluntariado muy motivado y
segmentado; en la financiación y publicidad online; en la comunicación de
proximidad (sms, twitter…) y, sobre todo, en una presencia real, sincera y
masiva en las redes sociales como reflejo del cambio social, político y
organizativo. Algo así no fue casualidad porque en política no se dan. Llegó en
el momento oportuno, con una América
desnortada, atacada en su territorio, deprimida, harta de las mentiras del
mediocre Bush y toda una legión de ladrones, que vaciaban sin complejo las
arcas del País más poderoso de la tierra.
Cruzando el charco, en España la situación se deterioraba
a pasos agigantados. La burbuja inmobiliaria comenzaba su implosión, sin que
nadie acertase a ponerle ni un parche. Tres años después, tras un vergonzante
pacto PSOE-PP se modifica el Art. 135 de la Constitución, QUE SUPONE TODO UN
ACTO DE TRAICIÓN DEL PRESIDENTE ZAPATERO, jugando a tecnócrata, que echó por
tierra los logros alcanzados en la
primera legislatura en materia de
derechos sociales. Así llegamos, en estado agónico, a las elecciones del
20 de Noviembre de 2011 con mayoría absoluta del PP y debacle sin paliativos
del PSOE con su peor resultado desde la restauración de la Democracia en unas
elecciones generales.
Sólo dos días
después de la toma de posesión como Presidente Rajoy y su equipo,rompen su programa electoral y comienzan
la operación de derribo del Estado del Bienestar, logrado a pulso y con
esfuerzo durante treinta años de
Democracia. Educación, Sanidad, derechos laborales, Servicios Sociales son
cercenados hasta límites insoportables. Las Cajas destapan toda su podredumbre y la corrupción transversal de sus
Consejos de Administración, siendo rescatadas por el Estado. La burbuja
inmobiliaria y la crisis producida
por el sector financiero, tanto de Bancos -los
grandes beneficiados- y cajas en una
segunda fase, la pagan las capas más débiles: Desahucios, suicidios, preferentistas estafados, cotas de miseria
y pobreza desconocidas en el país desde los años 50. Mientras tanto aflora toda
la podredumbre de unos políticos indignos que roban a manos llenas, con un
Presidente Rajoy que pasaba por allí y que en cualquier país democrático ya
habría sido encausado, destituido y juzgado, como máximo responsable de un
partido y un Gobierno colaborador necesario. En el siglo XIX la situación del
país sería bélica, una revolución social en toda regla expulsaría del poder a
una clase dirigente indigna, corrupta, en muchos casos y cuando no,
consentidora. Cajas expoliadas por directivos y sus tarjetas black; corrupción
generalizada en el partido gobernante y en la oposición, tocada también por la
corrupción (sus famosos ERE) con unos partidos nacionalistas en desbandada y
con cuentas opacas en paraísos fiscales. El fenómeno de los indignados del 15-M de 2011, es un movimiento ciudadano donde después de una manifestación unas 40 personas decidieran acampar en la puerta
del Sol esa noche de forma espontánea, se produjeron una serie de protestas pacíficas en España con la intención de promover una democracia más participativa alejada del bipartidismo PSOE-PP (binomio denominado "PPSOE"[). Desde entonces hasta hoy estas
protestas se
simbolizaron en una frase que dejó impronta en los acontecimientos: ¡Democracia Real YA!.. Este movimiento, extendido por todo el
país, fue el caldo de cultivo de plataformas sociales de distinta índole y con
diferentes resultados entre los que destaca PODEMOS. La pregunta que se
plantearon sus precursores fue bien sencilla: ¿Cómo es posible que si todo el
mundo está tan harto no pase nada, no cambie nada? Y desde los foros de
discusión de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad
Complutense y la tertulia política de La Tuerka se pusieron manos a la obra
para convertir el descontento social en una tendencia electoral. Un líder
mediático, Pablo Iglesias, sobresale e inunda las redes sociales y los debates
de televisión. Vimos como un partido en ciernes, sin estructura, sin programa,
pero con un dominio absoluto de las redes sociales que se presenta a las
elecciones europeas y consigue unos resultados espectaculares, 1.214.156 votos,
el 7,9 %, algo inaudito en el mapa político, pero con razones de fondo. La
marea PODEMOS, continúa, comienza el pánico en los partidos tradicionales. Sus
líderes se ven favorecidos por los medios de comunicación, y organizan sus organizaciones locales o Círculos. Las contradicciones
también resultan evidentes entre sus cuadros y así llegamos a estos 18 y 19 de
Octubre donde celebran su primer
Congreso, para aprobar un programa y sus órganos ejecutivos. Iglesias se
proclama líder y dice que es el único capaz de ganar a Rajoy y Sánchez, al mismo
tiempo que defiende un modelo de liderazgo personalista y fuerte.
Ha llegado el
momento de hablar de un partido con vocación de gobierno. En el próximo
artículo expondré mis opiniones sobre Iglesias, Echenique, Monedero, Bescansa y
los entresijos de este PODEMOS que quizás podría preguntarse ¿PODREMOS?
17-11-2014
Publicado en El Diario Digital de Tenerife
Moncho Rouco@ondanuevaradio.com
Moncho.otaboleiro@gmail.com
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