miércoles, 8 de mayo de 2019





La Mala educación o el recurso de los necios… 
*Moncho Rouco 

Este país, al que algunos llaman España, otros lo acentúan con la triple Ñ y algunos ni siquiera se atreven a nombrar, está hundiéndose en el fango de lodos miserables, entre lo nauseabundo de una clase política, con tendencia a lo soez, el insulto, por no hablar de escupitajos al aire, una muestra clara y manifiesta de la carencia de argumentos por parte de quien debiendo ser diputado, no es más que un “escupitado”. 

Estamos siendo testigos de la deriva crispada y vergonzosa de un Congreso de los Diputados, sometidos a la ira de los que han perdido el poder. De aquellos que, en huida libre, tratan de justificar comportamientos delictivos por parte de sus dirigentes nacionalistas incompetentes y que traicionando a sus bases, llevaron al país, al país que querían liberar, al borde de la ruina. Incapaces de llevar a cabo aquello que, en sesión plenaria, declararon solemnemente. 

Estamos siendo testigos de la utilización despreciable de una Cámara Alta, que cayendo al nivel más bajo de su errática trayectoria, es utilizada por el Partido Popular como ariete contra todo y contra todos, en base a una mayoría absoluta falsaria y falseada. 

Estamos siendo testigos de la deriva bursátil de un Tribunal Supremo, en suprema servidumbre de un sector bancario, que tanto deben a los ciudadanos, aunque miren hacia otro lado. Ahora recordamos, con la saliva contenida, a aquel Vice Presidente y Ministro de Economía, el ínclito De Guindos, decirnos, mentirnos, al decir que el rescate bancario no le costaría un Euro a las arcas públicas. Este sujeto vive, ahora, confortablemente sentado en un despacho del Banco Central Europeo. 

Estamos siendo testigos, en primera línea de platea, de las grabaciones “ad hoc” de un tal Villarejo, maestro de las alcantarillas, producto de un régimen tutelado, el nuestro, dónde hace ya mucho tiempo comenzó a ser un lema de obligado cumplimiento aquella vergonzante frase del señor X: “Gato blanco, gato negro, lo importante es que cace ratones”. Así nos va, desde aquel tiempo grisáceo de los GAL, al presente continuo de los Gürtel, Púnica y centenares de casos en sede judicial, que por no nombrados no dejan de ser la evidencia palmaria de algo que ya dijo aquel juez Ruz: “El Partido Popular es una organización mafiosa, creada para delinquir”. 

Estamos siendo testigos, estupefactos espectadores, de una red incrustada en el Ministerio del Interior, una Policía Política, entre las manos de aquel meapilas, el Ex Señor Fernández Díaz que, cual Mortadelo y Filemón, fue presa de su propia estupidez, siendo grabado en su propio despacho…Pero no acaba aquí la cosa. Ahora nos vamos enterando que el Cosidó, jefe de los Polis, utilizando fondos reservados, de forma ilegal, pagaba al chófer del delator Bárcenas, ya en la cárcel, a porteros vecinos y condecoraba a más de 80 Policías, en la búsqueda de documentación que pudiese afectar al Señor Arenas, Rajoy, o la Señora Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría -amigas para siempre- En definitiva, una operación ilegal para tratar de eliminar, sin cal viva, papeles comprometedores para un Partido Popular en deriva carcelaria. 
Estamos siendo testigos de la escasa entidad parlamentaria que pisa las alfombras del Congreso. Unos denigran a otros, al tiempo que esos son denigrados por terceros. No es el mundo del “…y tú más”, que va, es mucho más que eso, es el desprecio del “…y tu menos”. La Carrera de San Jerónimo apesta a bazofia, a barra de taberna, está infectada por sujetos, algunos se atreven a llamarse diputados, que su máxima expresión es la ausencia total de calidad intelectual. Practican, con fruición, el insulto, el postureo, la chabacanería. No son merecedores de sentarse en los escaños. 

¡Basta yaaa! Ya está bien, joderrr… 

Diputado Rufián
Diputado Hernando
Pongamos que hablamos de Rufián, personaje patético, producto residual de cualquier Gran Hermano, el Yoyas era sólo un aprendiz a su lado. Su máximo discurso es un tuit, más allá es territorio comanche. El postureo es su forma vida. Reparte dispensas sin reparar en sus propias limitaciones. Bien haría su camarada Tardá enviarlo de vuelta a la masía; carece del mínimo decoro, ni las dietas se merece. 

Pongamos que hablamos de Hernando, prototipo de matón de barrio, carente de argumentos, reflejo de su escasa talla intelectual y ética, con el insulto por bandera. Se sacia de Tranquimatón aquellos días que debe intervenir en sede parlamentaria. Todos recuerdan aquel conato de agresión en los pasillos del Congreso al diputado Rubalcaba. No le crean, no se le fue la pinza, es la marca de la casa. 



Pongamos que hablamos de Villalobos, Dolors, Cantó, Girauta…y muchos otros, por no agotarles, que intentan emular a aquel Martínez Pujalte de infausto recuerdo. 


Diputada Villalobos
Diputada Montserrat
Diputado Cantó
Diputado Pujalte












La Presidenta del Parlamento, Ana Pastor, tuvo que llamar al orden a sus señorías, con motivo de la enésima trifulca -entre el griterío se escuchó llamarla institutriz- Advirtió que retiraría del diario de sesiones los calificativos “golpistas y fascistas”. Vuelve a coger el rábano por las hojas, se está equivocando, señora Presidenta. 
Señora Pastor. Para ser calificado de golpista es necesario realizar, ayudar o consentir un golpe de Estado. Ni los mejores estadistas se atreven a calificar de golpe de Estado lo ocurrido en Catalunya. Parece claro que conculcaron la legalidad, ni más lejos, ni más cerca. Los Tribunales dirán… 
Por el contrario, Señora Pastor, para ser fascista no es necesario ejecutar nada… “Un individuo o individua es fascista o no lo es”. En las formas, en el fondo, en el discurso, en la ira hacia el discrepante, en el apropiarse de la bandera en uso propio, en arroparse el discurso único, en poner al Estado al borde del colapso… En todo ello puede apreciarse, si lugar a dudas, comportamientos fascistas. 

Abascal, Casado y Rivera
Señora Pastor, no es un insulto, es una tipología de pensamiento político. Sin temor a equivocarme, el diputado Rivera tiene un discurso fascista, actúa como tal y su formulación política así lo atestigua. El diputado Casado lucha denodadamente por no perder la estela de Rivera. Es tanto y tan claro el impulso de ambos que, al tiempo, allá en el horizonte aparece un colega, Santiago Abascal, con VOX llamando a las puertas de la intransigencia. 

¿Les abrimos la puerta?.... 

Publicado el 22 de noviembre de 2018 en Nueva Tribuna
Moncho Rouco
Arquitecto Técnico. Escritor. Articulista.














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