Amistades peligrosas
Moncho Rouco*
El
cuaderno de bitácora del Sr. Iglesias forma parte del estilo diferente que
pretende establecer el líder de Podemos. Se trata de que graviten sobre la
presumible mesa de negociación “anotaciones robadas” por los medios, con la
distraída colaboración del protagonista que, incluso, pasa las hojas permitiendo
que las anotaciones vuelen hacia las cámaras. Un nuevo concepto: “in
distrayendo”, que quizás deba ser incluido en futuros términos ético/jurídicos.
Entre las muchas virtudes de Don Pablo no figura la torpeza, ni mucho menos la
improvisación. Esas pixeladas cesiones serán peleadas hasta la extenuación y retransmitidas
para regocijo de las tertulias, mentideros y mentidores. Para asegurarse de que así sea, el líder supremo ha
desplazado a Errejón, con buen rollito, al más puro estilo general-secretario, más
tarde lo aprueban las círculos y el que encuentre la puerta que la cierre al
salir.
Es curioso
oír al portavoz parlamentario de Podemos, Iñigo Errejón, invitar al PSOE a
hacer “pedagogía con Ciudadanos” para convencerlos de que se vuelvan humo y se
abstengan en una futura votación de gobierno “a la valenciana”. Quizás todavía
le duelan los raspones que recibió de su maestro, por el contrario no les
vendría mal un curso acelerado de “pedagogía asamblearia” de la que tanto
alardearon y que con escaso éxito cultivan, aquellos círculos a los que, un
día, enviaron a una esquina y todavía la están buscando.
A día de
hoy todo es posible, lo uno y lo contrario, el haz y el envés, el acuerdo y el
disparate. Tan sólo un equipo sigue en el banquillo sin posibilidades de jugar,
el Partido Popular, que no lo quieren ni sus ediles de Valencia. Resulta paradójico
el interés de Alberto Rivera intentando atraerlo a su pacto con Sánchez, en
cuyo caso él resultaría intrascendente. Aunque Ciudadanos parece rentabilizar
mejor que los demás estos tiempos de “pies quietos”, su posición es
numéricamente prescindible.
La lealtad de un Ciudadano |
Pedro
Sánchez se manifiesta cómodo con Alberto Rivera y trata de que aquel acuerdo
sea la base de negociación para un tripartito, tan incierto como inestable.
Nunca creyó llegar tan lejos, incluso con aplazamientos “sine die”. El enemigo
lo tiene en casa, él mismo y su tendencia socialdemócrata son el caldo de
cultivo para que el socialismo sea una estrella errante que viaja fuera de la
órbita de Ferraz. Se preparó al detalle el encuentro, nada podía fallar, como
así fue. Y todos supimos que la Semana Santa había finalizado. Nadie pretende
ser el responsable del fracaso, pero tampoco asumir el éxito del acuerdo de la
frustración.
A todo
esto y tras tanta polvacera podríamos preguntarnos cuál es la situación real, a
día de hoy, en cuanto a formar gobierno. Me encantaría preguntarle a mi tío
Matías. Casi adivino su respuesta: Bó, pois por unha banda xa ves e por outra
que queres que che diga que ti non saibas. Ademais, si ha de ser será e si non,
non hai conto. Todo un acto de retranca de mi añorado tío, a quien ni una sola
vez fui capaz de rebatirle.
Publicado en NUEVA TRIBUNA e, 31 de marzo de 2016
Moncho Ruco Arquitecto Técnico y Constructor. Columnista en varios medios de comunicación. |
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