La
Ley del suelo, un disparate jurídico
Moncho
Rouco*
Aunque nueve de cada diez casos de corrupción
en el ámbito municipal, en Canarias, están relacionados con delitos de origen
urbanístico en todas sus derivaciones, los enrevesados circuitos de poder que
sostienen el pacto político entre CC y el PSOE están gestando una ley del
suelo, prostituida en origen y viciada en sus formas, por inconfesables
compromisos. El suelo y su gestión han sido el talón de Aquiles de las corporaciones
locales. El mundo de la promoción inmobiliaria generara plusvalías tales que acaban quebrantando
voluntades políticas. No es necesario volcar ejemplos en el papel, muy cercanos
los tenemos, sólo señalar como muestra el vergonzoso Arona-gate que se está
juzgando estos día
Un
inmenso disparate jurídico
El sentido común debería provocar que las
salvaguardas a implementar superasen a las fisuras de la ley. Pues bien, está
aconteciendo justamente lo contrario, el gobierno de Canarias, en un acto de
complicidad manifiesta, ha elaborado un Anteproyecto de Ley del Suelo que
diluye atribuciones fundamentales en organismos locales e insulares. Algunos
dirán que no se puede poner el zorro a cuidar a las gallinas y mucho menos
cuando pone huevos de oro. No se pretende generalizar, está claro, tanto como
que las administraciones deben impedir comportamientos corruptos.
Arona-gate
La Comisión del Territorio y Medio-Ambiente de Canarias,
la temida y denostada COTMAC, es eliminada, sin rubor, del nuevo Proyecto (art.
13). Este organismo está compuesto por el consejero
del gobierno canario de política territorial y medioambiente, representantes de
otras consejerías autonómicas, cabildos y ayuntamientos, así como de la Agencia
de protección del Medio Urbano y Natural. Las ponencias técnicas provinciales
están formadas también por los representantes de colegios profesionales de
arquitectos e ingenieros industriales, expertos en medioambiente… etc. Que
desarrollan informes relacionados con los intereses y las competencias
supramunicipales, insulares o de la comunidad. Este organismo era pieza de caza
mayor, odiada hasta el paroxismo por los promotores inmobiliarios, gestores de
planes parciales y algunos PGOU con intereses inconfesables. Gratis Total y
servido en bandeja de plata por un gobierno fiel a su hoja de ruta, sus ocultos
intereses particulares. Este organismo es/era un elefante con pies de barro, mastodóntico
en su funcionamiento, pero imprescindible en su labor de evitar fraudes de ley
y dar coherencia a un territorio, escaso y en riesgo constante de deterioro.
Sobre la
mesa-Bajo la mesa
Es
justo reconocer que los proyectos que recibían el sello de entrada en la COTMAC,
eran sometidos al sueño de los justos y los informes se envolvían en papel de
color “años de paciencia”. Este organismo precisaba urgentemente una
actualización, pero en ningún caso su desaparición. Los buitres especuladores
están de enhorabuena, pronto regresarán aquellos disparatados años 60 y 70 que
quebraron el paisaje canario. Recuerden la vergonzante estructura al borde de
la costa visible desde la Autopista del
Sur a la altura de Tabaiba, un símbolo de una época cuyo regreso debemos
impedir. Por cierto, a ver cuando coño proceden a su demolición.
Un
artículo de opinión no es escenario para relacionar los dislates a los que esta
ley pretende dar cobertura. Existen foros, pliegos de alegaciones y
organizaciones sociales que se oponen a este articulado. Algunos detalles son
sonrojantes: Fomenta la arbitrariedad reguladora, con la improvisación primando
sobre la previsión. Capacita y favorece la expropiación privada de suelo,
quedando la administración en un vergonzoso 2º plano. El suelo rústico se
difumina en eufemismo ofensivo: Es rústico aquel terreno no clasificado como
urbano o urbanizable en función de la amenaza de “los suelos urbanizables no
sectorizados”, sin sujeción a plazo crítico. No se recordaba disparate
semejante desde aquel famoso decreto del año 97, cuando toda España pasó a ser
urbanizable: Aznar-Destroyer.
El
anteproyecto es un ataque premeditado al Planeamiento Territorial, a definir un
concepto urbanístico a largo plazo que armonice territorios respetando la
insularidad e imposibilitando actuaciones improvisadas, sujetas a intereses
particulares sin tener en cuenta la singularidad canaria. Un sistema único, una
biodiversidad a conservar, sin posibilidad de dañar la belleza.
El Parlamento tendrá la última palabra |
Llevamos
tiempo luchando contra los enemigos de esta tierra, contra los godos
usurpadores de nuestras riquezas. Luchamos a brazo partido contra mercenarios
políticos, como el denostado José Manuel Soria, de oscuro pasado e indigno
presente que intentó contaminar nuestras islas con Reppsoles frustrados. Ha
llevado al límite sus particulares intereses con el “impuesto al sol” que le está abrasando las manos y bloqueando su
particular puerta giratoria. ¿Cuál sería el calificativo para el ministro?
¿Totufo, belillo o sorullo…? Tengo mis dudas, quizás puedan ayudarme, soy de
origen celta y no domino muy bien esto.
Parece claro, recordando un artículo pasado, que aunque podríamos
seguir abundando, Canarias es un entorno único en sus aspectos paisajístico y
bioclimático. No nos visitan sin más, porque sí, no es aleatorio. Es un orgullo
para los canarios y para nuestros amigos. A veces, me pregunto, a todo esto:
¿Qué diría el añorado mero Pancho?
Publicado en el Digital de Tenerife el 9 de Abril de
2016
*Moncho Rouco
Arquitecto
Técnico y constructor. Columnista en varios medios de comunicación