martes, 23 de enero de 2018

Aquel año que nos bañamos peligrosamente

Publicado el 1 de diciembre del 2017 en La Voz de Canarias.
Publicado el 4 de diciembre del 2017 en La Opinión de Tenerife.
*Moncho Rouco
Bacteria E Coli... Escherichia Coli
          Llegadas estas fechas, con diciembre anunciando su llegada, comienzan los tiempos de resúmenes anuales con acontecimientos varios, dignos de un listado. Los medios de comunicación compiten por quien se lleve los laureles del mejor decálogo, en cuanto a hechos de todo tipo que, a lo largo del año, han tenido mayor repercusión pública, publicada o social.

          Todos y cada uno de nosotros, en nuestro ámbito privado, realizamos un resumen, a título de inventario, de aquellos acontecimientos, personales o colectivos, que han marcado el paso de las hojas del calendario. A partir del uno de Enero llegarán los propósitos y deseos para el año que comienza. Ese tiempo todavía no ha llegado. Comienzan los 40 principales del 2017, en forma de noticiables.

          Permítanme que focalice mi atención en un lugar específico, me quedo en El Médano, nuestro pueblo. Lugar de reunión de centenares de familias isleñas, que tienen su corazón repartido entre su entorno y su retorno a este idílico punto del Sur. En Semana Santa, verano o cualquier puente festivo de merecer, en los rincones, playas, terrazas y plazas se habla castellano, con acento canario. El Médano es de todos, todos somos Médano, incluso en aquellos días en los que la arena nos daña los tobillos, al sumarse al tiempo de verano. Son los alisios que también nos visitan.

El año que nos bañamos peligrosamente... Bandera Roja, Playa Cerrada.
          Sin lugar a dudas y sin temor a equivocarme, el acontecimiento más importante, en tiempos estivales, fue protagonizado por una bacteria, E. Coli, en términos puristas, Escherichia Coli, que ya tiene, de por sí, mala leche el término. Dicen que es “…un bacilo gramnegativo de la familia de las enterobacterias que se encuentra en el tracto gastrointestinal de los humanos y animales de sangre caliente…”. No tengo intención de entrar en detalles. Mil hojas de diarios lo han intentado explicar.

           Tranquilícense, vuelvan a sus asientos y si tienen pensado bajar este finde al Médano, no dejen de hacerlo. Ya no está, se mandó a mudar… aunque deberíamos permanecer atentos, no sea que pretenda volver el próximo verano, al modo de turismo local y de la mano de los alisios.

           En aquellos tiempos, del último verano, llegamos al delirio de bajar y subir los socorristas banderas rojas dos veces en el mismo día. Al ser decretado el cierre de la playa y anular dicho cierre en menos de 12 horas. Las señoras bajaban con sus pareos y pamelas, sus maridos acarreando, cansinamente, tumbonas e incluso neveras -que ya que ser bien mandado- al tiempo que con el ceño alzado miraban recelosamente al litoral, cual capitán Acad, buscando manchas que detectasen anomalías que pusieran en riesgo el aparato gastrointestinal.

           Mención aparte y en tono grave, al tiempo que preocupante, merece ser mencionado y denunciado algo que es, ha sido y seguirá siendo, a medio plazo, el talón de Aquiles de nuestras costas. Hablamos de la ausencia lamentable de infraestructuras de depuración de aguas residuales. Un mal endémico de la Isla, del Sur, con decenas de miles de turistas vertiendo aguas contaminantes al mar. Mar que debería ser nuestro sello de calidad. Vivimos al margen de la Ley mientras usamos un litoral que grita alto y claro su enfado por nuestra desidia.

          Recuperando la sonrisa, tras el rictus de preocupación, estarán ustedes de acuerdo conmigo que este año que se acaba será recordado por los veraneantes medaneros y de muchos otros lugares de nuestra costa, como “aquel año que nos bañamos peligrosamente”.

*Moncho Rouco
Arquitecto Técnico. Escritor

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