viernes, 13 de febrero de 2015



 AL-ÁNDALUS



  Durante siglos en la península Ibérica un gran período histórico tuvo lugar, donde convivieron las tres religiones monoteístas más importantes en la Historia de la Humanidad, la cristiana, la musulmana y la judía, armonizando las tres culturas, con respeto a las creencias de cada uno y en un espacio de convivencia. Córdoba y Toledo, entre otras, fueron referente de esplendor, en paralelo al oscurecimiento de otros territorios centroeuropeos que no superaron la extinción del imperio romano.  Europa estaba asolada por la barbarie que iba y venía según soplase el viento a favor o en contra todo un  avatar.                                                                     



 La actual violencia no se fundamenta en las religiones y la radicalización de grupúsculos  que sólo representan la antimateria en sus creencias, incompatibles con el hecho religioso. Aquella época no se estudia como debería hacerse. Intereses oscuros  retuercen la realidad inventando antagonismos consustanciales con el hecho cultural o religioso. No es cierto, esta afirmación es un gravísimo ataque a la convivencia en paz entre Civilizaciones. Barak Obama en El Cairo, años atrás, citó a AL-ÁNDALUS al referirse a Oriente y Occidente, a musulmanes, judíos y cristianos y recrearse en la historia de un mundo que  debemos luchar por reimplantar. El caso de la península Ibérica fue un hecho extraordinario, un oasis de  prosperidad y progreso en plena oscuridad de Occidente por la coexistencia entre tres pueblos, tres culturas. Se introdujeron los números indo-arábigos, la fabricación del papel, los sistemas de riego traídos de Oriente Medio para los cultivos de cítricos y algodón, se escribieron libros fundamentales para  Occidente, desde la cábala judía hasta los argumentos de Maimónides, a favor de la unión entre la fe y la  racionalidad de la  filosofía…

Para los cordobeses, los toledanos y muchos pueblos de la península Ibérica medieval no hubo lugar para la yihad y las cruzadas. Fueron  reductos de tolerancia y entendimiento que deberían servir de modelo para las generaciones futuras. Una  reflexión  acerca del origen de estas tres religiones es que  todas tienen como texto sagrado La  Biblia, el Antiguo Testamento. Hay que ahondar en lo similar y no en  las diferencias; éstas deben ser relativizadas, desposeídas de irracionalidad y fomentar aquel laboratorio de convivencia. Deberíamos asumir que hay  personajes universales que nos pertenecen a todos: Mahatma Gandhi, Martin Luther King, Nelson Mandela ¿y porque no Averroes? Andalusí, maestro de filosofía y leyes islámicas, también nos pertenece, es Patrimonio de la Humanidad, no de una parte de ella. Basta ya de localismos, iluminemos el camino de  la razón dejando de contaminarnos por la irracionalidad de yihadistas, fundamentalistas, fascistas, xenófobos, ultras de pacotilla, servidores del mal. Somos miembros de un mundo que alguien  llamó Gaia, formamos un todo único, un ser vivo en el Universo.



 Quizás sea llegado el tiempo de unir fuerzas en busca de un mundo perdido en Al-Ándalus.


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