AL-ÁNDALUS
Durante siglos en la península Ibérica un gran período histórico tuvo
lugar, donde convivieron las tres religiones monoteístas más importantes en la
Historia de la Humanidad, la cristiana, la musulmana y la judía, armonizando
las tres culturas, con respeto a las creencias de cada uno y en un espacio de
convivencia. Córdoba y Toledo, entre otras, fueron referente de esplendor, en
paralelo al oscurecimiento de otros territorios centroeuropeos que no superaron
la extinción del imperio romano. Europa
estaba asolada por la barbarie que iba y venía según soplase el viento a favor
o en contra todo un avatar.
La actual violencia no se
fundamenta en las religiones y la radicalización de grupúsculos que sólo representan la antimateria en sus creencias, incompatibles con el hecho religioso.
Aquella época no se estudia como debería hacerse. Intereses oscuros retuercen la realidad inventando antagonismos
consustanciales con el hecho cultural o religioso. No es cierto, esta
afirmación es un gravísimo ataque a la convivencia en paz entre Civilizaciones.
Barak Obama en El Cairo, años atrás, citó a AL-ÁNDALUS al referirse a Oriente y
Occidente, a musulmanes, judíos y cristianos y recrearse en la historia de un
mundo que debemos luchar por
reimplantar. El caso de la península Ibérica fue un hecho extraordinario, un
oasis de prosperidad y progreso en plena
oscuridad de Occidente por la coexistencia entre tres pueblos, tres culturas. Se
introdujeron los números indo-arábigos, la fabricación del papel, los sistemas
de riego traídos de Oriente Medio para los cultivos de cítricos y algodón, se escribieron
libros fundamentales para Occidente,
desde la cábala judía hasta los argumentos de Maimónides, a favor
de la unión entre la fe y la racionalidad de la filosofía…
Para los
cordobeses, los toledanos y muchos pueblos de la península Ibérica medieval no
hubo lugar para la yihad y las cruzadas. Fueron reductos de tolerancia y entendimiento que
deberían servir de modelo para las generaciones futuras. Una reflexión
acerca del origen de estas tres religiones es que todas tienen como texto sagrado La Biblia, el Antiguo Testamento. Hay que ahondar
en lo similar y no en las diferencias; éstas
deben ser relativizadas, desposeídas de irracionalidad y fomentar aquel
laboratorio de convivencia. Deberíamos asumir que hay personajes universales que nos pertenecen a
todos: Mahatma Gandhi, Martin Luther King, Nelson Mandela ¿y porque no
Averroes? Andalusí, maestro de filosofía y leyes islámicas, también nos pertenece, es
Patrimonio de la Humanidad, no de una parte de ella. Basta ya de localismos,
iluminemos el camino de la razón dejando
de contaminarnos por la irracionalidad de yihadistas, fundamentalistas,
fascistas, xenófobos, ultras de pacotilla, servidores del mal. Somos miembros
de un mundo que alguien llamó Gaia,
formamos un todo único, un ser vivo en el Universo.
Quizás sea llegado el tiempo de unir fuerzas
en busca de un mundo perdido en Al-Ándalus.
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